
«Estad siempre alegres» Un ejemplo de trabajo constante
En el artículo de hoy, varias estudiantes de prácticas del Centro Laura Vicuña queremos presentarnos y explicar nuestra reciente experiencia con los chicos y chicas del centro.
Me llamo Virginia, tengo 23 años y estoy de prácticas por Integración Social. Previamente estudié la carrera de Filosofía pero sentía que eran conocimientos demasiado teóricos, y desde mi punto de vista lo que la sociedad necesita es transformación; y no hay transformación sin acción. La Integración Social me ha permitido aproximarme a realidades con las que convivimos día a día pero que no se ven a simple vista.
Llevo poco tiempo en las prácticas pero puedo decir que me he sentido acogida por todo el equipo desde el principio, y que los chicos y chicas, tanto de mi grupo como de otros, pero en especial MACS 3, son increíbles. Estoy segura de que vamos a aprender mucho los unos de los otros.
Me llamo Alejandra, tengo 20 años y yo como Virginia también estoy de prácticas por Integración social. Estudié bachillerato, pero me di cuenta de que necesitaba formar parte de esta acción social que de un modo u otro todos podemos crear.. Siempre he sentido que tengo mucho más para dar a los demás de lo que previamente mis estudios me permitían. Y por este motivo decidí formarme en algo que no solamente pudiera cambiar mi vida si no también de las personas que lo necesitan.
He crecido con el estilo de vida salesiano; soy antigua alumna de Maria Auxiliadora y al poder hacer las prácticas en Laura vicuña reafirmo que me siento como en casa. Es una oportunidad de oro sentirme parte de un equipo de profesionales tan grande.
Me llamo Jaume, tengo 21 años y actualmente estoy cursando el último curso de Educación social, y pese al vértigo que supone finalizar una carrera con el futuro tan incierto que nos espera, mi experiencia en las prácticas me está dando la tranquilidad de que el trabajo como educador social me apasiona. Pese a la realidad actual de la atención social en Valencia, es reconfortante encontrar recursos como los ofertados en María Auxiliadora, los cuales destacan por una gran calidad educativa y social, y no es de extrañar ya que he tenido la suerte de poder observar desde dentro el mimo y el cuidado que le ponen a cada intervención.
Como estudiante de prácticas, es admirable llegar a un equipo de trabajo nuevo y rápidamente poder sentirte parte de él, suponiendo este una posibilidad de aprendizaje muy completa para cualquier persona en prácticas. Sin duda son recursos como este, los que aportan algo de luz a la realidad social actual, y son profesionales como los del centro, los que suponen grandes figuras de referencia para los/as futuros/as educador/es.
Queremos dar las GRACIAS a la Fundación María Auxiliadora por habernos dado la oportunidad de hacer las prácticas en el Centro Laura Vicuña, ya que debido a la situación sanitaria sabemos que han hecho un gran esfuerzo por darnos plaza.
Cada día es una oportunidad de aprendizaje nueva; sabemos que siempre debemos ir con las pilas recargadas para dar lo mejor de nosotros y absorber todo lo que vivimos.
Eso siempre será fácil bajo el amparo de Don Bosco con su “Estad siempre alegres”, un ejemplo de trabajo constante por y para los jóvenes que más necesitan de nosotros.