Proyecto Maín Mujer: un lugar donde vivir experiencias
02/12/2022Día Internacional del Voluntariado
05/12/2022Como muchos y muchas ya sabréis, Don Bosco estaba convencido de la importancia de que los jóvenes se sintieran escuchados y amados; y, entre otros momentos, uno de los que más cuidaba para conseguirlo eran las buenas noches.
Para Don Bosco las buenas noches era una herramienta comunicativa imprescindible donde podía llegar a todos los chicos con el lenguaje del corazón. En un clima familiar, donde se reunían todos antes de irse a dormir, era capaz de hacerles reflexionar y generar en ellos sentimiento de acogida y respeto.
Estas buenas noches que comenzó Don Bosco, se siguen impartiendo hoy en día en todas las casas salesianas, como una de las más arraigadas tradiciones que nos recuerdan el origen de nuestra labor. Y como no, nosotros seguimos los pasos de Don Bosco y cada tarde, siendo este nuestro espacio con los chicos y las chicas, buscamos un ratito para hacer nuestra versión de las buenas noches, las “buenas tardes”.
Estas “buenas tardes” diarias, son uno de los momentos más significativos donde como educadores y educadoras nos acercamos a la realidad de los chicos y chicas. En ellas planteamos temas de actualidad y valores sociales mediante imágenes, cuentos, canciones o frases, a partir de las cuales hablamos, reflexionamos y compartimos inquietudes, dudas y sentimientos comunes.
Es un momento muy enriquecedor donde, tanto los chicos y chicas como el equipo educativo, paramos nuestro estrés del día cotidiano para encontramos de cerca, y compartir las distintas maneras que tenemos de ver y entender el mundo.
“Las buenas tardes muchas veces me sirven para conocer cosas nuevas y para conocer mejor a los educadores”