
Comprometidos con la participación social
El pasado mes de Enero desde la asociación ADONAR surgió la posibilidad de colaborar con el Proyecto SOLEDAD, un espectáculo de danza, creado por la compañía TITOYAYA DANSA y con la colaboración de ADONAR.
Se nos ofrecía la oportunidad de ayudar en la creación de esta obra, donde el objetivo principal era reflexionar sobre la soledad (y la soledad no deseada), como algo intrínseco a la existencia humana, mas allá de la cultura, edad o situación laboral. Y se nos ofrecía a nosotros por querer representar diferentes puntos de vista, ya que el elenco sería intergeneracional y de origen migratorio, participando jóvenes tutelados, ex tutelados y adultos en diferentes etapas vitales.
SOLEDAD se trataba de un proyecto en el que todos los participantes aportaban sus experiencias vitales. Para ello era imprescindible la participación de todos los roles en las sesiones con el dramaturgo, donde trabajaron la confianza y generaron un vínculo donde poder compartir su experiencia migratoria.
Desde el piso de emancipación LAURA VICUÑA de Torrent, uno de los jóvenes, Djibril, se ofreció a participar en la creación de este espectáculo, comprometiéndose a colaborar de manera voluntaria, junto a profesionales y no profesionales. Se comprometió con el objetivo personal de disfrutar, pero sobre todo de conocer a otras personas y de aprender de otras generaciones. De tejer su propia red de contactos.
Una vez el grupo estaba compuesto, comenzaron realizando ensayos de manera telemática durante los fines de semana. En ellos escogían la forma en que les gustaría participar: escenografía, vestuario, fotografía, interpretación…
Djibril decidió participar en la escenografía. Cuál fue la sorpresa de nuestro joven al conocer que esa participación social, a la que se había comprometido de manera voluntaria, le aportaría un contrato, una nómina y una vida laboral de cerca de 15 días. Acababa de conseguir su primer contrato en nuestro país de una manera completamente desinteresada, con gira por Murcia incluida… Toda una experiencia vital y enriquecedora.
Desde el Centro Laura Vicuña, fuimos varios educadores a disfrutar del espectáculo y quedamos muy contentos con la labor que habían conseguido al reflejar tantas, y tan distintas, experiencias de vida.
Para mi ha sido una gran experiencia, he conocido a gente maravillosa de la que he podido aprender mucho. Ha sido muy bonito compartir los ensayos y los días de la función, aún estando en Ramadán