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De buenas noches a buenas tardes, la importancia de encontrarnos y compartir

Como muchos y muchas ya sabréis, Don Bosco estaba convencido de la importancia de que los jóvenes se sintieran escuchados y amados; y, entre otros momentos, uno de los que más cuidaba para conseguirlo eran las buenas noches.

Para Don Bosco las buenas noches era una herramienta comunicativa imprescindible donde podía llegar a todos los chicos con el lenguaje del corazón. En un clima familiar, donde se reunían todos antes de irse a dormir, era capaz de hacerles reflexionar y generar en ellos sentimiento de acogida y respeto.

Estas buenas noches que comenzó Don Bosco, se siguen impartiendo hoy en día en todas las casas salesianas, como una de las más arraigadas tradiciones que nos recuerdan el origen de nuestra labor. Y como no, nosotros seguimos los pasos de Don Bosco y cada tarde, siendo este nuestro espacio con los chicos y las chicas, buscamos un ratito para hacer nuestra versión de las buenas noches, las buenas tardes”.

Estas “buenas tardes” diarias, son uno de los momentos más significativos donde como educadores y educadoras nos acercamos a la realidad de los chicos y chicas. En ellas planteamos temas de actualidad y valores sociales mediante imágenes, cuentos, canciones o frases, a partir de las cuales hablamos, reflexionamos y compartimos inquietudes, dudas y sentimientos comunes.

Es un momento muy enriquecedor donde, tanto los chicos y chicas como el equipo educativo, paramos nuestro estrés del día cotidiano para encontramos de cerca, y compartir las distintas maneras que tenemos de ver y entender el mundo.

“Las buenas tardes muchas veces me sirven para conocer cosas nuevas y para conocer mejor a los educadores”

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Mamá Margarita, ¡un modelo a seguir un camino que conduce a la santidad!

Hoy 25 de Noviembre la Familia Salesiana recuerda a Mamá Margarita, así conocida por cientos de menores cuando ayudaba a su hijo, Don Bosco, en el oratorio de Valdocco.  

La Familia Salesiana de Torrent, la tuvimos muy presente ayer en la Eucaristía del 24 de Noviembre, recordando… 

“Corría el año 1848 cuando, con un cariño especial, acompañó a su hijo Juan en su camino hacia el sacerdocio y fue entonces, a sus 58 años, cuando abandonó su casita y tranquilidad en su pueblo y le siguió en su misión entre los muchachos pobres y abandonados de Turín. Aquí, durante diez años, madre e hijo unieron sus vidas con los inicios de la Congregación salesiana”  

“Una mañana ocurrió lo inevitable. Dos muchachos llegaron hasta ella pidiéndole sábanas y telas para hacer vendas. La preocupación se reflejó en su rostro. ¡Ya no quedaba en el Oratorio ni un pequeño pañuelo de tela blanca! Bajó los brazos con gesto de impotencia. Se echó a llorar. Pero de pronto sus lágrimas se detuvieron. Salió decidida. Llegó hasta el altar de la iglesia y tomó el mantel del altar para hacer vendas. Así servirían – pensó – para otros miembros vivos de Cristo: Los pobres.”

 

“En una noche estrellada, mamá Margarita mostraba el cielo a sus hijos y les decía: «Es Dios el que ha creado el mundo y ha puesto allá arriba tantas estrellas. Si tan bello es el firmamento, ¿qué será el paraíso?». Al llegar la primavera, ante una extensa campiña o un prado esmaltado de flores, ante un bello amanecer o un inusitado ocaso, exclamaba: «¡Cuántas cosas bellas ha hecho el Señor para nosotros!»”. 

 

 

 

 

“Mamá Margarita se echó encima su chal, bajó a Chieri y habló con Juan: «El párroco vino a decirme que quieres entrar en un convento. Escúchame bien. Quiero que lo pienses con mucha calma. Cuando hayas decidido, sigue tu camino sin tener en cuenta a nadie. Lo más importante es que hagas la voluntad del Señor. El párroco querría que yo te hiciese cambiar de idea, porque en el futuro podría tener necesidad de ti. Pero yo te digo: En estas cosas tu madre no cuenta nada. Dios está antes de todo. De ti yo no quiero nada, no espero nada. Nací pobre, he vivido pobre y quiero morir pobre. Más aún, te lo quiero decir con claridad: si te hicieras sacerdote y por desgracia llegaras a ser rico, no pondría mis pies en tu casa. Recuérdalo bien»”.  

“La pobre mujer no sabía a qué santo encomendarse ante los tres pequeñuelos y la abuela extenuados por el hambre. Quedaban en el establo las dos humildes bestias a las que toda la familia campesina pide una parte de su alimentación diaria: una vaca y su ternero. Pero, sacrificar una, ¿no era comprometer el provenir si la escasez se prolongaba? El alma de Margarita estaba perpleja: era el momento de rezar. La familia reunida se puso de rodillas para implorar el consejo del Cielo, después de lo cual, y como decidida por su oración, la madre acompañada por el vecino se encaminó derecho al establo. Algunos minutos después el ternero estaba sacrificado; pocas horas más tarde todos esos estómagos apaciguaban los sufrimientos que los torturaban hacía varios días”.  

Margarita, cuyo brazo nervioso hubiera podido, con dos cachetadas, enfriar esa cólera, retrocedía un paso, y muy tranquila clavando los ojos en los del niño enfurecido, le decía: “Eres injusto, Antonio, la rabia te vuelve malo, siempre te he llamado mi hijo, porque te he considerado como tal, siéndolo de mi querido Francisco, tu padre. Sabes muy bien que podría darte el castigo que mereces; pero no, nunca emplearía con mis hijos semejantes medios; eres mi hijo y no te pegaré. Ahora, haz lo que quieras”. Y lo dejaba plantado, absorto, avergonzado, domado por ese magnífico dominio de sí, que, con el tiempo, transformó esa naturaleza violenta en la de un perfecto hombre de bien, estimado y considerado por cuantos lo rodeaban.  

“Todo esto me lo contó muchas veces ella misma y me lo confirmaron diversos parientes y amigos. Pasada aquella terrible penuria y mejorada la situación familiar, tuvo mi madre una ventajosa propuesta de matrimonio. Ella respondió sin dudar un momento. “Dios me dio y me quitó un marido. Tres hijos me dejó él al morir, y yo sería una madre sin corazón si les abandonase cuando más me necesitan”. Le aseguraron que sus hijos se quedarían bajo el cuidado de un tutor responsable que vería solícitamente por ellos. “El tutor –respondió esa mujer generosa- podrá ser tal vez un amigo, pero yo soy la madre. Y no los voy a dejar aunque me ofrecieran todo el oro del mundo”.  

Mama Margarita nos enseña a: 

  • Ser pacientes y respetuosos. 
  • A educar, compartir, vivir al servicio, a sacar provecho de lo poco que tenía y superar las adversidades. 
  • A apreciar las cosas bellas de la vida. 
  • A ser generosos, compartir, ayudar a los demás con creatividad y valentía. 
  • A ser humildes, a amar a Dios y hacer su voluntad. 
  • A ser fuertes y tiernos al mismo tiempo.  

Mamá Margarita fue, sin saberlo, la primera cooperadora salesiana e hizo grandes aportaciones al Sistema Preventivo. 

 

Mamá Margarita, ¡contigo todo es mejor! 

#ContigoTodoEsMejor 

 

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Conectar tu búsqueda de empleo

Suena el despertador abres los ojos y ¿qué es lo primero que haces? ¿Buscas el móvil para ver el tiempo, posponer la alarma o revisar las redes sociales? Es muy probable que así empieces tu día. Las redes sociales se han transformado en algo indispensable en nuestro día a día; nos permiten crear, comunicar, compartir contenido y difundirlo.

Entonces, ¿Porque íbamos a dejarlas de lado en la búsqueda activa de empleo?

Y es que las redes sociales se están convirtiendo en un camino cada vez más importante para encontrar un puesto de trabajo y no solo en una herramienta de entretenimiento. Es por ello, que las diferentes redes sociales nos ofrecen ventajas, pero también, plantean nuevos desafíos para los usuarios que quieren acceder a posibles oportunidades de trabajo

Seguro que has oído hablar o incluso utilizas redes sociales como: Linkedin, Infojobs,Twitter, Instagram o Facebook. Para diseñar un plan de búsqueda de empleo en redes sociales como estas, es importante tener en cuenta las diferencias de cada una de ellas.

– LinkedIn: Red de contactos entre las personas que buscan empleo y las empresas.

– InfoJobs: Portal de empleo donde las empresas publican ofertas de empleo.

– Facebook, Instagram y Twitter: Ayudan en la creación de nuestra marca personal y nos ofrecen la ventaja de ofrecer contenido visual más rápido e impactante para llamar la atención de las empresas.

En el mercado laboral actual, las redes sociales son fundamentales en el proceso de búsqueda de empleo; por lo tanto, es importante que le dediques tiempo a conocer y poner en marcha tu perfil profesional en estas redes sociales. ¿Y tú, estas conectado al empleo?

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Las Plataformas Sociales Salesianas lanzan la campaña “Hagamos realidad la infancia que soñamos”

El riesgo de pobreza infantil en España ha aumentado del 27,4% de 2020 al 28,9% de 2021, representando la cifra más alta de los últimos 5 años. El 31,1% de la infancia se encuentra en situación de pobreza y/o exclusión social y el 14,9% de los niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza severa.

Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Infancia, la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas, a través de su Proyecto de Sensibilización “Déjame que te Cuente” propone una campaña de información y concienciación sobre la vulneración de los derechos de la infancia.

Para la elaboración de la campaña, han sido analizadas las principales situaciones cotidianas que vulneran los derechos del colectivo, recogidas por los equipos educativos de los proyectos de infancia y juventud de las Plataformas Sociales Salesianas.

Desde las Plataformas Sociales Salesianas se acompañó en 2021 a 8.214 niños, niñas y adolescentes, a través de 169 proyectos, 758 profesionales y 505 personas voluntarias.

Como resultado, se han definido vulneraciones clave de los derechos de la infancia recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño como son la falta de protección, apego y entornos seguros, la falta de libertad de opinión, la ausencia de vivienda digna o de alimentación saludable, entre otros. Además, en el caso de niños, niñas y adolescentes migrantes, estas situaciones se agravan por los obstáculos burocráticos derivados de la Ley de Extranjería.

La campaña, que se pone en marcha bajo el lema “Hagamos realidad la infancia que soñamos” tiene por objeto acercar la mirada a las problemáticas concretas que en el día a día vulneran los derechos de las niñas, niños y adolescentes y propone, a través de diversos mensajes de sensibilización,  una acción individual para que cada persona, desde su ámbito, sea capaz de transformar esas realidades cotidianas de vulneración.

Entrevista a Allyson Web
  

«Basta que seáis jóvenes…» entrevista a Allyson

NN.AA, participante, vulnerable, inmigrante, emancipado/a, tutelado/a, institucionalizado/a, usuario/a, adolescente, migrante, destinatario, expediente, caso… aquí va una muestra de algunas de las palabras que utilizamos en nuestro trabajo para referirnos a los chicos y chicas que vienen a nuestros centros.

Son palabras que se han ido introduciendo en nuestro lenguaje laboral, sobre todo en el lenguaje escrito, muchas veces promovidas por alguna normativa o legislación, por el tipo de recurso al que asisten, por financiadores o incluso bases de datos… y nosotros las utilizamos en nuestras memorias, programaciones, informes… o cuando hablamos de ellos en entornos profesionales: reuniones, encuentros, formaciones, etc.

Seguramente esto debe seguir siendo así, porque estas palabras cumplen muchas veces una función descriptiva que, como profesionales, nos ayuda a situarnos, a identificar posibles necesidades, a intervenir más ágilmente ante determinadas situaciones e incluso a comprender mejor las circunstancias que acompañan la vida de ese o esa joven. No obstante, un profesional de cualquier plataforma salesiana debe considerar una riqueza poder mirar a nuestros jóvenes desde aquello que son en esencia, y que los hace personas preferentes para nosotros y nuestros proyectos.

Con motivo del primer aniversario de la llegada a España de una joven de nuestro centro, me he dado a mí mismo el gustazo de pasar un rato hablando con una joven de nuestro centro. Bajo el formato de una entrevista, os presento esta entrevista, que es una doble experiencia. Experiencia para mí, que me ha permitido tener esa mirada a la esencia de la persona, y a escuchar sin etiquetas previas, y experiencia para Allyson, que voluntariamente ha accedido a mirar hacia su pasado y su interior, y, sobre todo, a compartirlo con todos los que la leeremos esta publicación:

P (pregunta)Completa esta frase: “Allyson es una joven…”

R (respuesta): Alegre, capaz de hacer lo que se propone, que afronta sus problemas sin llamar la atención de nadie.

P-Allyson actualmente se siente…

R-Feliz. Por momentos me viene la tristeza cuando recuerdo a mi familia, pero ahora ya me siento más feliz que triste.

P-Allyson sueña con…

R-¡Ufff! Ser una peluquera y maquilladora profesional.

P-Cuéntame un poco de dónde vienes. Si nos retrotraemos en el tiempo 2-3 años, ¿quién era Allyson para todos los que la querían allá en Honduras?

R-Pues ..¿yo? Yo era la niña de la casa. El ojito derecho de mi abuela. Al ser la menor de todos los que vivíamos ahí estaba muy sobreprotegida. Nada malo me podía ocurrir a mí. Crecí en medio de mis tías, y no las veía como tías, las veía como hermanas. Crecí con ellas y me han cuidado demasiado.

P- ¿De esta sobre protección te das cuenta aquí o ya te dabas cuenta cuando convivías con ellas?

R- Ya me daba cuenta, pero estaba muy cómoda.

P-¿Crees que eso te ha podido influir negativamente?

R- Yo creo que el hecho de que me hayan protegido demasiado me afecta en que ahora veo que me cuesta mucho relacionarme, acercarme a las personas… me da miedo. Me protegían además en un país donde hay mucha inseguridad. Donde si una niña sale a malas horas, no sabe bien si va a regresar.

P- Esa chica hondureña que nos estás describiendo ¿de qué tenía lleno el corazón?

R- Estaba lleno de cariño recibido por la gente de casa. Sobre todo mi abuela y mi tío, que ha sido un padre para mí.

P.- Aparece la posibilidad de tener que emigrar a España. ¿Cómo recibes esa primera noticia?

R- Pues me lo dice mi madre, que en ese momento estaba en España, y me siento muy mal. Me dice que en 3 meses o así ella viene a por mí, y que me he de preparar.

P.- ¿Por qué tu madre toma esa decisión?

R.- Sobre todo por los estudios. Allá (en Honduras) yo no estudiaba porque al entrar la pandemia, y las clases pasar a ser online, me lo dejé… si ya me costaba cuando era presencial, con eso ya no pude, y me lo dejé.

(silencio) Te voy a ser sincera, yo me salí (del colegio) una semana antes de que comenzara el confinamiento. Decidí no ir más por problemas. Allá los educadores no hacen nada. Tú te apañas de la puerta para fuera y yo tenía problemas con algunas compañeras. Para evitar esos problemas y buscando seguridad decidí no ir más a clase. Luego ya empezó la cuarentena que duró dos años y ya me quedé fuera. Además de todo, a mí lo que hacía no me motivaba para nada.

P.- Cuando tu madre te llama para decirte que ya es momento de viajar, ¿qué sientes en ese momento?

R.- Pues siento miedo. Siento miedo de viajar a un sitio que no conozco, dejar mi país al que estoy acostumbrada y miedo de estar en un sitio donde no conozco a otra persona que no sea mi madre.

P.- ¿Preguntaste o te informaste de alguna manera de aquello que te ibas a encontrar?

R.- Sólo a mi madre. Mi madre me decía que aquí (España) las personas son más tranquilas, que no iba a faltarme nada. De momento esto me tranquilizaba pero… luego me venía el pensamiento de que tenía que dejar todo lo de aquí, porque además… yo no estaba acostumbrada a vivir con mi madre.

P.- ¿Cuánto tiempo llevabas sin vivir con tu madre?

R.- Unos 5 años, pero antes no había vivido con ella sola. Siempre habían estado mi abuela, mi tío y la hermana pequeña de mi mamá, pero mi madre siempre había estado trabajando. Unos años antes de venirse para España ella sí que estuvo viviendo en una casa propia, pero como ella pasaba mucho tiempo trabajando y no nos veíamos apenas, preferí quedarme con mi abuela y mis tías. Entonces ella era la que venía a verme cuando volvía de trabajar, aunque era poco tiempo. En ese momento no tenía una relación buena con mi madre. Lo veía todo con ojos de adolescente. Yo pensaba que, quizá por la edad y lo caprichoso de la mente, pensaba que mi madre no me quería… aunque… por otro lado le tenia respeto. Su carácter se imponía, aunque nos viéramos poco. Con una mirada suya… yo ya sabía lo que había.

P.- Llega el momento de coger el avión… ¿De quién o de qué te cuesta más despedirte?

R.- Pues, mi abuela es la persona a la que más me dolía dejar. A ella también le dolía mucho. Y mi tío, no quiso ni venir al aeropuerto…. También mi primito y un perro que yo le tenía mucho cariño…pero realmente, de lo demás, sentía que nada me ataba a Honduras. No dejaba nada a medias. No tenía amigos íntimos ni amores. Me dolió sólo mi familia.

P.- ¿Qué esperabas encontrarte aquí?

R.- Pensaba que me iban a discriminar y a hacer sentir rechazada… pero me encontré con el centro y las personas que ahí trabajan…

P.- Háblame de tus primeros momentos en Torrent, una vez estás con tu madre.

R.- Lo primero es acomodarme a las horas. Lo pasé mal con el horario y el sueño, porque hay diferencia con Honduras. Una semana más o menos me costó. Luego, pasando esa semana, me toca ya venir al centro y tuve que tomarme melatonina, para aliviar el sueño, porque quería darlo todo en la peluquería… y la verdad es que me acoplé enseguida aunque llegué cuando ya se conocían todos y llevaban meses de clase.

P.- ¿Qué cosas te sorprendieron para bien y qué cosas te sorprendieron para mal una vez aquí?

R.- Lo que más, para bien, la seguridad. Tú aquí puedes salir a la calle y sabes que no te va a pasar nada. Eso allá es imposible. Es muy peligroso.

P.- ¿Te hubiera gustado que te hubieran protegido menos en tu casa, allá en Honduras? ¿Qué te hubieran dejado algo más de libertad? ¿o crees que te hicieron bien?

R.- Yo creo que sí que me hicieron bien. Yo cuando era pequeña era muy caprichosa, quería salir, andar con novios… y creo que la protección era con motivo. Eso me hizo luego tener miedo a acercarme, relacionarme… Conocer a una persona para ser amigos simplemente me daba pánico, por si me iba a fallar. Tuve una experiencia muy negativa siendo una niña que hasta años después no he podido empezar a superar. Eso me hace tener mucho miedo a las relaciones con chicos.

P.- ¿Qué es lo que más valoras que han hecho por ti los profesionales de este centro?

R.- Lo que más valoro es que no me hayan tratado como una extranjera, sino como una joven más de aquí, de entre ustedes. Como una persona. Y valoro que a todos nos tratan igual, sin preferencias. Y eso me gusta.

P.- Ilusiones, sueños, preocupaciones de Allyson, ahora que va a hacer un año en España.

R.- Ahora quiero hacer algo más que sólo peluquería. Eso me gusta pero quiero algo más, otra carrera, otros estudios. Todavía no lo tengo en mente pero quiero hacer más cosas. De pequeña decía que me gustaría ser médico forense, y… aunque me da aún pánico la sangre.

Buscar un trabajo, seguir con el estudio hasta lo más que pueda. Me planteo un grado medio de peluquería. En Honduras me gustaba ya, y en casa tenía algunas cosas para práctica de estética pero acá me dieron el empujoncito que me hacía falta para que me guste formarme.

P.- Allyson, ¿cómo crees que sería ahora tu vida si no hubieras venido a España?

R.- Yo creo que hubiese seguido igual, hubiera vuelto a no estudiar, a no hacer nada… de todas maneras no me planteo el futuro si no es en España. Sólo me ata a Honduras mi abuela.

P.- ¿Crees que te ha hecho bien el venir aquí, salir de tu entorno?

R.- He experimentado muchas cosas. Me siento más libre. He visto que tengo capacidades para preparar mi futuro. Creo que he ganado una madre, porque ahora tengo una relación mucho mejor con ella. Le cuento todo, nos apoyamos mucho.

P.- ¿Has visto más hondureños desde que estás aquí?

R.- Pues en el día a día no, pero hace unos meses hubo en Valencia un carnaval y estaba repleto de hondureños. Tuve una gran sensación de volver a estar entre hondureños, la cultura, la música…

P.-¿Qué sientes cuando ves un país como el tuyo, que se queda sin gente joven como tú, que tuvisteis que marchar?

R.- Siento tristeza por los niños que crecen en Honduras Los líderes no son personas justas, la inseguridad y el miedo a perder la vida es común y alcanza a todos. Mi único motivo para volver a Honduras ahora mismo sería mi abuela. Otros chicos y chicas quizá no tengan ni un motivo así para querer volver. Veo las noticias y no quiero ni abrirlas. Desde que estoy en España ha muerto gente que conocía ahí. La inseguridad es increíble.

La vida ahí no vale nada. Hay gente como yo y como otros muchos chicos, que tenemos anhelos, somos válidas y le metemos empeño a las cosas pese a la juventud, pero no podemos hacer nada. Yo tengo muchas compañeras del grado del que me salí… hay unas que estaban trabajando… pero les ha tocado salir de honduras porque no se puede hacer nada, no se puede progresar ni vivir en paz. Otras han tenido bebés demasiado pronto… Por eso yo agradezco tanto a mis tíos por siempre el que me hayan protegido de todas esas cosas, hasta que yo tuviera cierta madurez y supiera lo que me hace daño y lo que no.

P.- Ahora que conoces gente de tu edad por el centro y las clases, y ves chicos y chicas que quizá no aprovechan el curso, ¿qué piensas?

R.- Pues al principio lo veía fatal. Me superaba ver a alguien que en clase no se comportaba o no lo daba todo. A mí me interesa mucho estudiar y no entiendo esos comportamientos… el tiempo pasa y hemos de aprovechar estos momentos. La vida sólo es una y tenemos que aprovechar.

P.- ¿Según tú cuales son los principales problemas que tienen los chicos y chicas de aquí?

Creo que se les da demasiada libertad de pequeños, y que falta por parte de los padres más poder para corregir y para poner normas. Luego cuando eres más mayor esto te perjudica.

Hasta aquí el encuentro con esta joven. Un verdadero placer.

Educador@, acércate a mirar a l@s jóvenes, no te van a defraudar.

Pablo Planells | Director Centro de Día Laura Vicuña MISL

Gracias a Todxs WEB PISOS
  

Para mí, el piso ha sido como una segunda oportunidad.

Hola a Tod@s, mi nombre es Djibril Barry, soy de Guinea Conakry, pero llegué a España hace un tiempo, justo cuando tenía 15 años. Desde entonces he pasado por varios centros de acogida de Menores donde los educadores me han cuidado y tratado muy bien.

El destino está escrito y yo después de hacer muchos cursos por Valencia llegué a la Fundación María Auxiliadora en Torrent a través de un PFCB de Electricidad durante el curso 2019-2020, con mi profesor Edu. Aprendí muchas cosas y empecé a conocer más a las salesianas.

Ese mismo año yo había cumplido los 18, sabía que la Fundación tenia un piso para chicos como yo, pero no tenían sitio para mí en ese momento. Estuve esperando en mi centro de acogida hasta que hubo sitio en el Hogar de Emancipación Laura Vicuña.

Desde ese momento yo estaba muy feliz porque había conseguido una plaza en un piso de emancipación, estaba mas cerca de conseguir mis objetivos; estudiar, trabajar, sacarme el carné de conducir… y poder tener mi propia casa.

Las educadoras del piso me ayudaron con mi documentación, conseguimos un permiso de residencia con trabajo y hasta fuimos a Madrid a por mi pasaporte. Ellas me han ayudado día a día durante estos años en los acompañamientos y en alcanzar mis objetivos personales.

Durante este tiempo en el piso he crecido mucho, he aprendido muchas cosas; cocinar, lavar, ir al médico, hacer la compra, hacer trámites con el banco, con extranjería…me he sacado el carné de conducir, he trabajado en varias empresas, he jugado al futbol… y hasta he realizado una obra de teatro en el Ateneo de Valencia, la obra ”Soledad”.

Para mi, el piso ha sido como una segunda oportunidad ya que ahora puedo ser yo quién decide mis objetivos. Es como vivir en un centro de menores pero con más libertad y muchas mas responsabilidades.

En el 2020 conseguí legalizar mi situación y obtener un permiso de residencia con permiso de trabajo… en el 2021 empecé a trabajar…en el 2022 he obtenido el carne de conducir y he conseguido mi pasaporte… ¿ y para el 2023?  espero tener trabajo, ahorrar y  poder visitar a mi familia en Guinea.

Ahora que tengo 20 años ha llegado el momento de “vivir solo”, he alcanzado los objetivos que se me plantearon a mi llegada al piso, y tengo que dejar mi habitación libre para que otra persona pueda conseguir sus objetivos y puedan ayudarle como han hecho conmigo.

¡Seguiré viniendo a esta, la que ha sido mi casa por más de dos años !

Muchas Gracias a tod@s los que me habéis ayudado en este camino.

Nos vemos por Torrent!

        Djibril Barry

El Centro de Formación como lugar de encuentro y aprendizaje
  

El Centro de Formación como lugar de encuentro y aprendizaje

Comenzamos un nuevo curso en el Centro de Formación Laura Vicuña de la Fundación María Auxiliadora de Torrent. Para este curso 2022-2023, continuamos con las ofertas formativas que hacíamos el curso anterior como son Alfabetización de Castellano en diferentes niveles (Lectoescritura, A1, A2 y B1), Alfabetización Digital, Corte y Confección, Patronaje y Confección Industrial, Estética, Valenciano y el Taller solidario.

El equipo educativo, pensando en las participantes que acuden al proyecto y las sugerencias de las mismas en el curso pasado, ha planteado novedades que puedan ampliar la oferta formativa de este año: Actividad de cocina, tiempo para mí (yoga, natación, relajación, rutinas saludables), y un monográfico de estética y atención al cliente.

Desde el comienzo de septiembre, el Centro de Formación ha recibido a unas 190 participantes aproximadamente, con ganas de aprender y encontrar un espacio de encuentro en el centro, realizando la preinscripción a los diferentes cursos.

Por ello, el equipo educativo valora positivamente la acogida que ha tenido en el barrio y en el contexto municipal, lo que nos llena de ilusión para afrontar este curso académico con la mayor de las alegrías.

Queremos destacar algunas de las opiniones recogidas en este comienzo de curso, acerca de las nuevas propuestas y el lugar de encuentro que ofrece el centro:

· Patricia Torres: “Como educadora del Centro de Formación, creo que lo importante es trabajar con la idea de hacer acogida. Tenemos que seguir realizando nuestros cursos sin olvidarnos de prestar atención a sus necesidades, y atenderlas. Por ello, somos un equipo unido que tenemos muchas ganas de seguir creciendo y dando lo mejor para ellas”.

 

 

· Las alumnas de alfabetización: “Nos encanta venir al centro, ya que los profesionales nos acogen e integran de una manera muy especial. Nos sentimos muy cómodas, ya que encontramos en el centro un lugar de encuentro con diferentes nacionalidades y culturas, además de un espacio para compartir y aprender desde la positividad y optimismo”.

“Contigo Todo Es Mejor»

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Con vosotros y vosotras todo es mejor

Allá a lo lejos dejamos un largo verano de piscina y playa en donde tuvimos unas actividades espectaculares y luego pudimos desconectar para recargar energías, en el recuerdo quedaron ya los días de bienvenidas, de caras nuevas y de presentaciones y casi olvidado se encuentran todas esas reuniones de trabajo en donde como educativo intentábamos proyectar el nuevo curso porque…
Por fin, esos pasillos vacíos de sonrisas y de historias se fueron llenando de chicos y chicas en busca de respuestas.
Y ahora mismo, ya bien entrado este mes de octubre podemos concluir que nuestro centro de día de atención socioeducativa se encuentra al cien por cien de su funcionamiento con todo el equipo educativo en marcha y atendiendo a 78 niños/as y adolescentes desde los 10 hasta los 18 años.
Y adaptando el lema que este año tenemos desde inspectoría podemos concluir que con vosotros y vosotras todo es mejor.
Con nuestro equipo educativo, que está dando el cien por cien en ilusión, ganas e ideas innovadoras de trabajo, apostando siempre por el corazón de nuestros chicos/as y creciendo a diario tanto individualmente y como equipo siguiendo la esencia de nuestros queridos Don Bosco y María Mazzarello.
Con nuestras familias que os agradecemos de todo corazón que depositéis en nuestras manos las vidas de lo que más queréis, este año seguiremos creciendo conjuntamente para intentar nutrirnos de espacios de buen trato y de parentalidad positiva.
Y con nuestros chicos/as que siempre nos hacen encontrar el sentido de nuestra profesión y con sus días buenos y malos nos llenan de retos y de experiencias.
Para acabar, nos encontramos con la sensación de que este año será realmente inolvidable y supondrá un antes y un después en la vida de muchos de nosotros.

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UN APASIONANTE RETO PARA EL CURSO

Empezamos un nuevo curso con un lema motivador, ilusionante y que como grupo nos va a suponer un reto apasionante de conseguir: “Contigo todo es mejor”.

Para el equipo que trabajamos en Empléate este nuevo curso es sobre todo eso, un reto apasionante en mejorar las condiciones de las personas que depositan sus esperanzas en la Fundación en la búsqueda de una oportunidad laboral.

A veces el contenido de nuestra Constitución suena a palabras vacías de sentido. Nos enumeran nuestros derechos a la educación, a una vivienda digna, al trabajo etc, pero nos queda un largo camino por recorrer todavía para conseguir esos derechos.

Es este el sentido que ha de centrar nuestro quehacer diario para ayudar a las personas que han depositado esta confianza en la Fundación y en nosotros.

Aun siendo conocedores de las frustraciones que genera un limitado mercado laboral, nos damos cuenta de la importancia de la gestión emocional en la búsqueda de empleo. Les podemos facilitar herramientas que les ayuden en ese logro y que les serán necesarias en su inserción laboral, pero hay un factor personal que les quedará marcado y es el apoyo y acompañamiento emocional que les demos en este complicado camino de la búsqueda de una oportunidad laboral. No se trata sólo que encuentren un empleo, se trata de que además logremos mejorar su desarrollo personal.

Y en ese largo camino desde luego experimentarán y visualizarán que “ContigoTodoEsMejor”.

La obra de Don Bosco radica en general en que se haga realidad la sensibilidad y preocupación por las personas más vulnerables y en riesgo de exclusión. Ese va a ser nuestro reto apasionante del curso desde la parte que nos corresponde de empleo y formación, pero hemos de hacerlo extensible a todas las facetas de nuestra vida.

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El primer día con la Fundación María Auxiliadora

El pasado 14 de septiembre, un total de 90 jóvenes cruzaban las puertas del Centro de Día Laura Vicuña, dando comienzo al inicio del curso escolar. En este día, las emociones son compartidas entre el alumnado y el equipo de educadores/as: ilusión, ganas, miedo, incertidumbres, nervios…

Pero este año, para una de las educadoras, este día estuvo marcado por dos hechos muy importantes, uno de ellos (y cómo ya hemos comentado) el inicio de curso, pero además, este sería su primer día de trabajo en FdMA, y con ello… otro gran cúmulo de emociones y preguntas: ¿cómo serán mis nuevos compañeros/as?, ¿qué tal serán los/las alumnos/as de mi clase? Espero que no me toque el grupo rebelde, ¿haré bien mi trabajo?, ¿conseguiré enseñar algo nuevo a mis alumnos/as?…

Miles y miles de preguntas me invadían (y yo invadía a mis compañeros/as con ellas), pero casi siempre obtenía la misma respuesta: “Andrea tu tranquila, poco a poco. Apóyate en nosotros para lo que necesites”. Contar con ellos y ellas hizo mi doblete de inicios mucho más sencillo, pues desde el primer día, se respira el buen ambiente, la pasión por la profesión, los valores y principios que se persiguen.

En cuanto a los jóvenes, también llenaron de sentido mi primer día de trabajo. Recordándome el motivo por el que ese 14 de septiembre estábamos todos/as reunidos. Todos buscábamos otra oportunidad, ellos/as formativa y yo laboral. Así que sin más pensarlo, nos aventuramos a iniciar el curso, dispuestos a ofrecer cada uno/a de nosotros/as nuestra mejor versión.

Actualmente, han transcurrido aproximadamente tres semanas desde el primer día de clase, lo que me permite evaluar, observar y contestar a algunas de las preguntas que me planteaba. A día de hoy, puedo decir que mis miedos se han esfumado, que las ganas de enseñar y aprender de compañeros/as y alumnado han aumentado y que en FdMA he dado sentido a mi profesión como educadora social ya que, como bien me dijeron mis compañeros/as “en FdMA nuestro objetivo son ellos y ellas”.

“El Centro ha abierto sus puertas, y estamos preparados/as para enseñar y aprender”

Andrea Martínez Gómez – Educadora