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Nuestro primer mes en Hogar de Emancipación Laura Vicuña

¡Hola, familia!

Tras casi un mes en Fundación María Auxiliadora, nos presentamos a la comunidad.

 

Soy Leticia Soler, integradora social en Hogar de Emancipación Laura Vicuña. Entré en la fundación el día 20 de enero y no podría estar más contenta con el cambio que ha supuesto en mi vida y, espero, en la del equipo educativo que está conmigo, sin olvidar a los jóvenes a quienes acompaño.

Aunque por la fotografía pueda parecer que solo estoy con el ordenador, el día a día de una integradora social es bastante variado y sorprendente, ¡nunca sabes qué te puede deparar la jornada! Y más si tenemos en cuenta que acompañamos a seis chavales que se encuentran en un periodo complicado y lleno de cambios.

Para apoyarles en su proceso hacia la autonomía, lo mismo estoy haciendo un acompañamiento a una entidad bancaria que haciendo agujeros en la pared o cocinando una tortilla de patatas, pero siempre desde una perspectiva educativa, con el corazón abierto y la ilusión de estar haciendo uno de los trabajos más bonitos y gratificantes del mundo.

Este primer mes ha sido un reto personal y profesional, pero sin duda alguna, positivo y reconfortante, ya que trabajar en un hogar muchas veces hace que no lo sienta como un trabajo. Solo me queda decir que agradezco enormemente la cálida acogida que he recibido desde que puse un pie en esta casa, sobre todo por parte de Patricia, la educadora social que ha estado a mi lado con una energía y una disposición increíbles.

 

Soy Tamara Guillén y llevo un mes trabajando como trabajadora social en el Hogar de Emancipación Laura Vicuña.

Mi relación con la fundación comenzó hace un año cuando desde el Centro Laura Vicuña se me dio la posibilidad de realizar mis prácticas finales de grado en el centro de formación y en el centro de día.

Esta oportunidad fue muy enriquecedora ya que gracias a los grandes profesionales que hay en ambos proyectos pude en un principio aprender y posteriormente desarrollar junto a ellos habilidades para la práctica profesional.

Pude desarrollar capacidades y actitudes positivas que a día de hoy desarrollo en el ejercicio de la profesión en mi labor como trabajadora social del hogar.

Actualmente la fundación me ha vuelto a brindar la oportunidad de ejercer la función de trabajadora social en uno de sus hogares de emancipación en la ciudad de Torrent, donde desde el equipo educativo preparamos a los chicos para una futura emancipación de plena autonomía. Trabajamos en un espacio de acompañamiento para preparar su autonomía y su integración social.

Mi trabajo se está basando en dotar a los chicos de competencias que tienen que ir adquiriendo para conseguir el objetivo del proyecto.

Ambas esperamos seguir creciendo en la fundación y que sigamos dando lo mejor de nosotras. ¡Hasta la próxima!